Las ondas de choque focales, son ondas acústicas de alta energía que producen cambios de presión en los tejidos y mediante un principio fisiológico llamado mecano-transducción, actúan a nivel celular. Dirigiendo las ondas hacia un solo punto de acción (volumen terapéutico) producen baja dispersión de la energía, permitiendo seleccionar la profundidad de acción en los tejidos.
El tratamiento con ondas de choque es una técnica segura y no invasiva. Está indicada en múltiples patologías del sistema músculo-esquelético como tendinopatías crónicas, calcificaciones, fascitis plantar (con o sin espolón), epicondilopatías, síndromes dolorosos, pseudoartrosis, fracturas óseas con retraso de consolidación…entre otras.
Las ondas de choque desencadenan distintas respuestas biológicas:
- Regeneración de tejidos, estimulando la producción de colágeno, aumento del riego sanguíneo y reversión de la inflamación crónica.
- Efecto analgésico, aumento de la movilidad y la función articular.
Su efectividad puede evitar intervenciones quirúrgicas y el riesgo que éstas implican, permitiendo una recuperación más temprana.
Mediante la mecano-transducción, el estímulo mecánico de las ondas de choque genera una respuesta biológica. El núcleo de las células se activa y se inicia la producción de proteínas responsables de los procesos de regeneración tisular (también llamados “factores de crecimiento”).
Las ondas de choque activan la angiogénesis, se forman nuevos vasos sanguíneos. Aumentan la producción de colágeno, a partir de factores de crecimiento como el TGF-beta1 y el IGF-I. La regeneración de tejidos está mediada también por la liberación de óxido nítrico y el factor de crecimiento VEGF. Los estudios muestran la presencia del antígeno PCNA, que indica proliferación celular.
Otros trabajos muy recientes han podido probar una influencia de las ondas de choque en la diferenciación y migración de células madre. Esta respuesta biológica evita la producción de fibrosis en los tejidos tratados.
Las ondas de choque incrementan la formación de hueso, aumentando la proliferación y diferenciación de osteoblastos. En pseudoartrosis y retrasos de consolidación, diversos ensayos clínicos en humanos muestran que las ondas de choque comparadas con la cirugía tienen la misma tasa de éxito, una recuperación más rápida y menos complicaciones. La ISMST (“International Society for Medical Shockwave Treatment”), en base a estos resultados positivos, recomienda las ondas de choque como tratamiento de primera elección para pseudoartrosis y retrasos de consolidación de huesos largos.
Además de los resultados positivos en hueso y tendón, las ondas de choque están siendo eficaces en la regeneración cutánea. Actualmente, las ondas de choque también se aplican en el tratamiento de lesiones agudas y crónicas de la piel: úlceras por presión, úlceras venosas y arteriales, úlceras diabéticas, quemaduras, lesiones cutáneas post-traumáticas y post-quirúrgicas.
Otra aplicación de las ondas de choque, además de en los campos de medicina y salud, es el ámbito estético, siendo efectivas contra la celulitis y estrías, mejorando el estado de la piel y su textura.
Las ondas de choque focales son ondas acústicas con mucha energía que llegan a las capas más profundas de la piel cuyo efecto es permeabilizar los adipocitos para permitir que la grasa acumulada en la zona tratada salga a la sangre.
A través de la combinación de estas ondas se logra la rotura parcial de los nódulos de grasa que son los responsables de la celulitis y la apariencia de la piel de naranja. Además, con estas vibraciones, se consigue una mayor activación de la circulación y drenaje de la zona, además de aumentar el ritmo del metabolismo favoreciendo la eliminación de las grasas acumuladas.
Con este tratamiento, también conseguimos la creación de nuevo colágeno, importante para mejorar la firmeza, elasticidad y textura de la piel. También mejora el sistema linfático y vascular, ayudando a eliminar más residuos, lo que disminuye la piel de naranja.
Se consigue una remodelación corporal gracias a la reducción de volumen, desaparición de la piel de naranja y el rejuvenecimiento de la piel, con un incremento de la tersura y elasticidad de las zonas tratadas.